Laudato si´: Una relectura cristiana protestante y de izquierda a la luz de los derechos de la naturaleza en la propuesta constitucional

Laudato si´: Una relectura cristiana protestante y de izquierda a la luz de los derechos de la naturaleza en la propuesta constitucional

Leonardo Boff

VIII Jornada Internacional de Teología: “Teología Latinoamericana Reflexiones y Perspectivas”,

Universidad Católica de la Santísima Concepción, 2022.

Resumen:

Nuestro país se encuentra en un momento decisivo de su historia, ya que estamos a punto de aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución elaborada por primera vez de manera democrática. En este texto, se reconocen derechos atribuibles a la naturaleza, el medio ambiente y los ecosistemas, en el contexto de una grave crisis climática que afecta al planeta. Esta consagración, afortunadamente, refuerza y contribuye al urgente cuidado de nuestra casa común. Desde una perspectiva cristiana, ecuménica, protestante y de izquierda, deseamos leer la encíclica Laudato si' del Papa Francisco, situándose y conectándose con el contexto chileno actual. Esta relectura se inscribe dentro de las teologías latinoamericanas de la liberación, donde la categoría tradicional del pobre y el excluido debe ser actualizada, lo que lleva a muchos a hablar de los "nuevos oprimidos". Entre estos, se encuentra el medio ambiente y la justicia ecosocial, que nos exige una respuesta urgente y categórica.

Para concluir, consideramos que:

a) La naturaleza, concebida como una creación divina puesta en nuestras manos, anhela hoy

más que nunca ser redimida, purificada, liberada y renovada de toda contaminación,

explotación y comercialización que, de manera injusta, benefician a unos pocos en detrimento

de la mayoría, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.

b) Limitar la capacidad de la naturaleza para generar vida es atentar contra la orden divina, lo

que constituye un pecado que debemos reconocer y evitar.

c) Como parte de la creación, estamos interconectados y somos interdependientes. Por lo

tanto, si continuamos dañando nuestro entorno, las repercusiones inevitablemente afectarán

también nuestro mundo interno.

d) El desafío urgente de adoptar un nuevo ethos ecológico, capaz de generar un "cielo nuevo

y una tierra nueva", es fundamental no solo para nosotros, sino para las generaciones futuras

que heredarán nuestro legado.

e) El resto de la creación, igualmente vulnerable y frágil, necesita de nuestro amor, cuidado y

responsabilidad, al igual que nosotros lo requerimos.

f) Los liderazgos gubernamentales deben fortalecer su firmeza en materia ambiental y

climática, redoblando esfuerzos cuando sea necesario, y priorizando el cuidado de la "casa

común" y su salud, que también incluye a la humanidad, antes que intereses puramente

económicos, como la eliminación de las llamadas zonas de sacrificio.

g) Finalmente, las comunidades de fe – iglesias – y las universidades cristianas tienen un

deber moral de ser un ejemplo para la sociedad. Es fundamental potenciar en ellas centros de

reciclaje, compostaje y otras prácticas que fomenten una comunidad responsable, que

aprenda a vivir en comunión con el resto de los seres vivos. Además, junto a nuestros

hermanos y hermanas de pueblos originarios, debemos recuperar la cosmovisión espiritual y

sagrada de la creación.

En definitiva, nuestra fe debe movilizarnos y comprometernos con los cambios necesarios

para reformar el paradigma biocéntrico, es decir, una visión que reconozca la comunidad

7humana en relación armónica con la Tierra y todos los seres vivos que coexisten en ella,

fundamentada en el Dios de la vida.