Proponen que católicos y protestantes celebren la Eucaristía lado a lado como gesto de unidad cristiana
INICIATIVA DE UNA PROFESORA PROTESTANTE DE UNA UNIVERSIDAD
Proponen que católicos y protestantes celebren la Eucaristía lado a lado como gesto de unidad cristiana
Meg Giordano, profesora de filosofía y capellana ecuménica en una universidad jesuita, plantea en la revista América la posibilidad de que católicos y protestantes compartan el acto de la comunión, respetando sus propias tradiciones, como un paso hacia la unidad cristiana. La propuesta sugiere un espacio en el que ambas comunidades puedan participar en la Eucaristía sin romper sus tradiciones, pero unidos en un mismo ambiente.
11/11/24 12:49 PM
(InfoCatólica) Meg Giordano, profesora de filosofía y capellana ecuménica en Le Moyne College, una universidad jesuita de artes liberales de Syracuse, Nueva York, propone en su artículo un novedoso enfoque para la celebración de la Eucaristía entre católicos y protestantes. A través de su experiencia como académica y guía espiritual en un entorno católico, Giordano, quien es protestante, sugiere que ambas tradiciones cristianas participen del acto de la comunión en un espacio compartido, respetando las particularidades doctrinales de cada grupo. La propuesta busca unificar, en un mismo ambiente y en un mismo momento, a ambas comunidades cristianas en torno a la Eucaristía, aunque cada cual reciba el sacramento conforme a su tradición litúrgica.
Giordano aclara que no sugiere que los protestantes participen en la misa católica, ni que los católicos formen parte de un servicio protestante, sino que plantea la posibilidad de que, en una misma celebración, un sacerdote católico ofrezca la Eucaristía a los fieles católicos mientras un ministro protestante distribuya los elementos de la comunión a los creyentes protestantes. La idea es realizar ambas ceremonias en el mismo espacio y en un ambiente compartido, permitiendo que católicos y protestantes celebren este momento central de la fe cristiana juntos, aunque sin diluir sus identidades doctrinales.
La académica expresa que la Eucaristía representa para ella la esencia de la identidad cristiana, un acto que trasciende las diferencias denominacionales y que debería ser un punto de encuentro, en lugar de una línea de división entre cristianos. Desde su perspectiva, su participación en la comunidad católica ha sido una experiencia de unidad y comunión espiritual en muchos aspectos, aunque la imposibilidad de compartir el acto de la Eucaristía con sus compañeros católicos sigue siendo una fuente de tristeza. Esta propuesta nace de su deseo de que ambos grupos puedan vivir en un mismo lugar lo que, según su interpretación, fue un deseo de Cristo: la unidad entre sus seguidores.
La Misa es el sacrificio de Cristo
No hace falta decir que Giordano, aun enseñando en una universidad jesuita, o quizás precisamente por ello, parece desconocer que la Misa católica es la renovación del sacrificio en la cruz, algo que rechazan por completo todos los protestantes desde Lutero.
Giordano sostiene que la inspiración para esta idea surge de su profunda conexión con el cristianismo católico, especialmente en la tradición de la filosofía y teología de Santo Tomás de Aquino. La académica manifiesta un aprecio particular por las prácticas católicas, que encuentra profundamente enraizadas en la fe bíblica y en las enseñanzas cristianas. Destaca que elementos como la devoción a la Virgen María y la creencia en la presencia real de Cristo en la Eucaristía no representan obstáculos para su fe protestante, sino que los considera elementos que enriquecen su espiritualidad y su visión del amor divino.
Lutero y la presencia real
Lo cierto es que la presencia real de Cristo en la Eucaristía ya aparece en la doctrina luterana sobre la consubstanciación, la cual sostiene que el cuerpo y la sangre de Cristo están presentes «en, con y bajo» las formas del pan y el vino durante la celebración de la Eucaristía, pero sin un cambio esencial de estos elementos, algo contrario a la doctrina bíblica y católica de la transubstanciación.
En este contexto de experiencias compartidas, Giordano recuerda un mensaje reciente del papa Francisco, quien durante un encuentro ecuménico en Nueva York en 2022 enfatizó la importancia de la unidad entre cristianos. En esa ocasión, el papa declaró: «El futuro de la fe en nuestro mundo pasa por la unidad cristiana… Sí, tenemos convicciones que parecen incompatibles, o son incompatibles. Pero por eso elegimos amarnos. Jesús Cristo es un vínculo que es más fuerte y más profundo que nuestras culturas, nuestras opiniones políticas e, incluso, nuestras doctrinas». Giordano ve en este mensaje una motivación y un llamado a superar las divisiones, especialmente en torno a la Eucaristía, como acto central de la vida cristiana.
Al reflexionar sobre el Evangelio de Juan, Giordano señala que en la última cena, cuando Jesús instituyó la comunión de sus discípulos con su cuerpo y sangre, pidió también por la unidad de los creyentes futuros. Esta oración de Jesús, interpretada como un deseo de unidad profunda entre sus seguidores, es para Giordano un elemento fundamental en el llamado a vivir la fe en comunidad, un valor que considera esencial en la búsqueda de la unidad cristiana. En este sentido, Giordano enfatiza que compartir un espacio para la comunión, respetando las particularidades de cada tradición, podría ser un acto significativo en respuesta a ese anhelo de Cristo por la unión de sus discípulos.
¿Unidad sin compartir la misma fe?
Nuevamente cabe indicar que no puede haber unidad en la fe si no se comparte la misma fe. Y aparte de que en el ámbito protestante hay diferencias muy importantes en doctrinas tan esenciales como el bautismo y la propia Eucaristía (ndr: recuérdese el enfrentamiento entre Lutero y Zwinglio), todos ellos coinciden en su rechazo del dogma católico sobre el sacramento eucarístico
A lo largo de su artículo, Giordano destaca que la práctica de la Eucaristía es uno de los aspectos que aún mantiene a católicos y protestantes distantes, aunque en muchos otros ámbitos colaboren, sirvan y crezcan espiritualmente juntos. Para ella, permitir un espacio compartido de comunión, sin que se diluyan las identidades litúrgicas y doctrinales de cada grupo, podría ser un paso importante hacia esa unidad por la que muchos líderes cristianos han abogado, especialmente en las últimas décadas.
Finalmente, Giordano concluye expresando su deseo de que este tipo de celebración ecuménica se haga realidad. Inspirándose en una oración tradicional judía pronunciada durante la Pascua, «El próximo año en Jerusalén», Giordano manifiesta su esperanza de que, en un futuro cercano, católicos y protestantes puedan compartir la comunión en un mismo espacio. Cada vez que recibe la comunión en su comunidad, o que pasa cerca de una iglesia católica durante la misa, su corazón desea que, en un próximo encuentro, ambas comunidades cristianas puedan vivir este momento juntos, como un signo de amor y unidad en Cristo.
Koch explicó por qué no es posible la intercomunión
En una carta abierta dirigida en febrero del 2021 al presidente protestante del Grupo de Trabajo Ecuménico (ÖAK), el historiador eclesiástico de Tubinga Volker Leppin, el cardenal Kurt Koch, responsable del ecumenismo en la curia romana, explicó por qué no es posible que católicos y luteranos comulguen juntos.
La Santa había rechazado el documento Juntos en la mesa del Señor, elaborado por el ÖAK en Alemania, y Koch expresó su preocupación por las diferencias doctrinales entre católicos y luteranos, como permitir la comunión de personas no bautizadas y la celebración sin ministros ordenados en la Iglesia Protestante.
El cardenal destacó que la teología y la práctica católica difieren profundamente en estos aspectos y que ignorar estas realidades distorsiona el diálogo ecuménico. Asimismo, criticó la postura de la Conferencia Episcopal Alemana al apoyar dicho texto, lo cual llevó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a intervenir. Concluyó que estas objeciones no implican rechazo al diálogo ecuménico.
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