Navidad 2025 en Jerusalem
Jerusalén. Foto de archivoEL AÑO PASADO NO SE HIZO A CAUSA DE LA GUERRA EN GAZA
Los Patriarcas y Primados de Jerusalén anulan la decisión de no exhibir luces y decoración navideña
Los Patriarcas y Primados de las Iglesias en Jerusalén han considerado apropiado reevaluar la decisión de limitar la exhibición pública de luces y decoraciones navideñas a la luz de los acontecimientos actuales. Mediante un comunicado conjunto ofrecen nuevas directrices para la celebración de la próxima Navidad.
(InfoCatólica) Los Patriarcas de Jerusalén instan en el siguiente comunicado a reanudar las celebraciones navideñas públicas como signos de esperanza cristiana, equilibrando sensibilidad hacia el sufrimiento regional con actos de oración y caridad, para transmitir el mensaje de luz, paz y esperanza de la Navidad:
El año pasado, como un medio de solidarizarnos con las multitudes que sufrían debido a la recién estallada guerra, Nosotros, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén, tomamos una decisión conjunta de pedir a nuestras congregaciones que se abstuvieran de exhibir públicamente luces y decoraciones navideñas, junto con las festividades asociadas. Aunque nuestras intenciones eran buenas, muchos en todo el mundo interpretaron erróneamente este llamado como una “Cancelación de la Navidad” en Tierra Santa, el lugar mismo del Santo Nacimiento de nuestro Señor. Debido a esto, nuestro testimonio único del mensaje navideño de la luz que surge de la oscuridad (Juan 1:9) se vio disminuido no solo en todo el mundo, sino también entre nuestra propia gente.
Por esta razón, para el próximo Adviento y las temporadas de Navidad, alentamos a nuestras congregaciones y a nuestro pueblo a conmemorar plenamente la cercanía y la llegada del nacimiento de Cristo mediante señales públicas de esperanza cristiana. Al mismo tiempo, también les pedimos que lo hagan de manera sensible a las severas aflicciones que millones en nuestra región continúan soportando. Esto debería incluir, sin duda, mantenerlos continuamente en nuestras oraciones, acercarse a ellos con actos de bondad y caridad, y recibirlos como Cristo mismo nos ha recibido a cada uno de nosotros (Romanos 15:7).
De este modo, reflejaremos la historia de la Navidad misma, donde los ángeles anunciaron a los pastores las buenas nuevas del nacimiento de Cristo en medio de tiempos igualmente oscuros en nuestra región (Lucas 2:8–20), ofreciendo a ellos y al mundo entero un mensaje de esperanza y paz divinas.
—Los Patriarcas y Primados de las Iglesias en Jerusalén
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