Cuidado de lo creado
La Iglesia y el cuidado de la casa común
BORDES, MAYO-JULIO DE 2024
AÑO 9 NÚMERO 33, ISSN 2524-9290 http://revistabordes.com.ar
"La Biblia fundamenta específicamente la importancia y motivaciones para cuidar y preservar
la Tierra. Desde el inicio del Libro del Génesis (AT), se deja en claro la pertenencia de la tierra y las obligaciones de quienes la habitan: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1) y, en el pasaje más elocuente: “El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara” (Génesis 2:15), versículo que establece el fundamento bíblico para la protección de la creación y enfatiza el mandato de Dios a los seres humanos: cultivar y cuidar lo que les ha sido dado.
Este doble mandato recorre toda la Sagrada Escritura de diversas maneras y ha inspirado, desde los albores del cristianismo, a destacados exponentes. San Agustín (354-430) expresaba que el cuidado de la Creación es contemplación de Dios. Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179) manifestaba que la Tierra sostiene a la humanidad, no debe ser dañada ni debe ser destruida.San Francisco de Asís (1182-1226) sentía a los seres vivos que lo rodeaban y a todos los elementos de la naturaleza como hermanos y no como elementos a controlar, a consumir o a manipular a gusto del humano; y expresaba su preocupación por la falta de admiración y de agradecimiento a Dios por todo lo creado".
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