Mitra, dios adorado por los romanos que compitió con Jesucristo
Estatua de Mitra sacrificando al toro cósmico. Siglo II d.C. Museo BritánicoHISTORIA
El oscuro y críptico dios adorado por las legiones romanas que compitió con Jesucristo
El culto a Mitra fue bastante popular en todo el Imperio romano a partir del siglo II d.C., aunque desapareció con el auge del cristianismo.Romado del español.es
Según las escenas que nos han llegado, Mitra nació de una roca, de la madre tierra. Acabó con un gran toro cósmico y primigenio, símbolo de la fuerza, en las profundidades de una caverna escoltado por el Sol y la Luna. De las heridas del toro brotó la fuente de la vida que atrajo a un perro y a una serpiente que bebieron sedientas el líquido rojo. Mientras, un escorpión en busca de la semilla pinzó los testículos de la bestia. La lucha del bien contra el mal se repetía en bucle y, de alguna manera, prometía la salvación.
Aquel combate, la tauroctonía, era el nudo central del mitraísmo, religión que se extendió primero entre comerciantes y legionarios romanosacuartelados en Asia Menor. Gracias a su movilización a lo largo del extenso limes, llegó hasta las fronteras de Britania y a orillas del Rin y el Danubio. De carácter secreto e iniciático, sus fieles debían pasar una especie de bautismo y en sus ceremonias, celebradas los domingos, día del Sol, consumían un banquete ritual.
"El diablo bautiza a sus creyentes y fieles, promete la expiación de los pecados mediante el baño y, si aún recuerdo a Mitra, el diablo marca justo en la frente a sus soldados, y no solo celebra la oblación del pan sino que también trae la imagen de la resurrección y rescata la corona bajo la espada”.
Con esas palabras cargó en el siglo II d.C. Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia, preocupado por las similitudes entre cristianismo y mitraísmo que compitieron por atraer adeptos.
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