Vida de los primeros franciscanos
39 TOMÁS DE CELANO, VIDA PRIMERA, 41.
Es así que los más antiguos biógrafos y cronistas nos presentan a Francisco y a sus seguidores, centrados o abiertos al mundo, prójimos del hombre, en las ciudades y villas, en las plazas y calles, trabajando con ellos y anunciando la Palabra de Dios, consolando y cuidando de los enfermos, ayudando a los pobres, sus amigos preferidos. Sin monasterios ni residencia fija, los primeros frailes menores calcorreaban carreteras y calles, predicando y trabajando, hospedándose o pernoctando muchas de las veces en casa ajenas, tanto de ricos como de pobres, cuando así se lo proporcionaban.
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