Los lavaderos son recintos de gran valor etnológico y sociológico.
Los lavaderos son recintos de gran valor etnológico y sociológico. Testigos de nuestra historia, no solo suponían un lugar destinado a lavar la ropa y otros utensilios sino que suponían un lugar de encuentro para las mujeres del pueblo.
Los lavaderos eran un autentico lugar de socialización, tertulias y confidencias, que supusieron un gran alivio para las espaldas de las mujeres que se veían obligadas a lavar la ropa agachadas en acequias o ríos. Aunque los más antiguos, por su diseño, obligaban a las mujeres a lavar de rodillas, con el paso del tiempo se fueron adaptando para que se pudiera lavar de pie y resultara más llevadero. Solían construirse en la parte más baja del pueblo, entre el poblado y las zonas de cultivo, cerca de praderas o arboledas para tender la ropa.
Por ser lugares tan queridos por la gente del pueblo, siempre se ha hecho un especial esfuerzo por cuidarlos y conservarlos. Recientemente, han sido restaurados respetando sus características originales, dando lugar a espacios de gran belleza, paz y tranquilidad donde disfrutar del contacto con la naturaleza y el fluir del agua.
Para conocerlos y disfrutarlos ,se ha diseñado con gran cariño una ruta especial lavaderos que discurre entre la población y los campos de cultivo y que nos va llevando uno por uno a nuestros 5 lavaderos.
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