Sangre y agua del Crucifijo de San Damián



Sangre y agua


La Cruz de San Damián es una representación teológica profunda de Jesús crucificado y resucitado. Aunque muestra las marcas de los clavos en las manos y los pies, simboliza la liberación de Jesús de la muerte. La sangre que fluye de su costado traspasado representa la purificación del pecado y la fuente de vida eterna para los creyentes, vinculándola con los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía.

Los detalles como las conchas y las volutas en forma de vid simbolizan la transformación del bautizado en una nueva creación en Cristo y la comunión con Él como fuente de vida. La Cruz de San Damián refleja visualmente esta profunda teología y espiritualidad centrada en la vida, muerte y resurrección de Jesús, así como en los sacramentos que unen a los creyentes con Él.

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