Anticlericalismo en la guerra civil española
Toda guerra exalta lo sobrenatural. El miedo a la muerte hace invocar la protección de la divinidad. Y eso ocurrió en la guerra civil española, cuando además uno de los bandos enarbolaba la bandera de la religión.
Esta guerra fue profetizada cuando se desató el anticlericalismo el 14 de abril de 1931 al proclamarse la república. Los hechos milagrosos, los escritos de portentos sobrenaturales inundaron parte de España. E Incluso la monja María Bayas Bescós, falsificó profecías de la fundadora de su orden, la mística catalana María Ráfols Bruna, muerta en el siglo anterior.
Se considera una guerra milagrera, aunque su origen no fue salvar a la iglesia católica de la legislación laica, pero pronto se hizo sentir que era para defender al cristianismo y las victimas de los republicanos pasaron a ser mártires o héroes. Guerra Santa, cruzada de liberación, aunque la sublevación fue por salvar el orden y en defensa de la patria, y la iglesia se adhirió inmediatamente a ella. En la zona donde la sublevación fracasó se produjo una violencia anticlerical sin precedente. Muerte de curas, quema de iglesias y conventos, saqueo de obras de arte profanación de cementerios, pérdida de reliquias, y quema y destrucción de imágenes sagradas, etc. Se destruyó el monumento al Sagrado Corazón de Jesús del cerro de los Ángeles, o la antigua catedral de san isidro de Madrid donde se conservaba el cuerpo momificado del Santo, rescatados después de la guerra, o el santo pañal de Lleida, o la Santa faz de Alicante
Pero estas violencias ante lo sagrado no significaba un ataque contra la religión, sino a esa iglesia que se suponía estaba ligada a los ricos y también porque esas ideas revolucionarias traerían modernidad y progreso para España, por lo que debían aniquilar a la iglesia porque era la principal enemiga de la libertad y del progreso.
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