¿Por qué marcaron con la cruz el cuerpo de los mártires Alpujarreños?

La rebelión morisca de Las Alpujarras se inició en la Navidad de 1568 con la prisión, tormento y muerte de la mayoría de los pobladores cristianos viejos. 

Su martirio estuvo marcado -y no es sólo metafórico- por la cruz, que quedó grabada en sus cuerpos -literal- y mentes. En efecto, una práctica común de martirio entre los moriscos fue marcar con objetos cortantes a sus víctimas con la señal de la cruz.

Especialmente se hacía con los sacerdotes, como ocurrió en Laujar de Andarax con el licenciado Juan Beltrán y Corvera, el vicario, o con el doctor Juan de Escalona. En Bayárcal de los cinco clérigos que asesinaron se recordaban de dos: “en especial un sacerdote a quien los moros le hiçieron con una navaja una cruz en la corona. Y a uno le cruzaron con una navaja la corona y después lo mataron a alfanjazos” Parecido martirio se dio en Santa Cruz de Marchena con su beneficiado, el licenciado Juan Rodríguez,