Bebida de Ohanes
En esta tesis se habla de la Bebida de Ohanes
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.....En 1859 en la Revista Minera, Periódico Científico e Industrial, tomo II, se publica parte de la tesis doctoral, defendida en la Universidad Central de Madrid, del doctor y médico de Berja Don Francisco José Bages. El título del artículo es "De la intoxicación saturnina" y describe los increibles efectos curativos de la "bebida de Ohanes" fabricada por dos ancianas de esta localidad almeriense y cuya fórmula mantenían en un celoso secreto.
El ínclito médico en su tesis doctoral hace un repaso de las riquezas minerales y plumbíferas de la Sierra de Gádor y sus localidades cercanas: Berja, Dalías, Laujar y Fondón. En aquellos años, nada menos que 12,000 trabajadores se dedicaban a la industria del plomo, tanto en la minería, en especial en Berja, como a sus productos de fundición y productos químicos derivados como albayalde, minio, etcétera, elaborados en Adra y exportados al mundo entero desde su puerto y los puertos de Roquetas y Almería.
El doctor D. Francisco José Bages cuenta que tras diez años de ejercicio profesional en Berja, la enfermedad más frecuente que trataba era el saturnismo, y que anualmente eran entre 300 y 500 los trabajadores emplomados o intoxicados de forma aguda por plomo. También analiza las causas de esta cifra tan elevada de enfermos, indicando que la sufrían preferentemente y durante todo el año los que trabajaban en las fundiciones de Adra, pero los mineros de Berja solo en verano. Esto último se explicaba porque en invierno se dedicaban a extraer el mineral de las minas y sólo con la llegada del calor procedían a separar la mena de la ganga mediante garbilleo de las piedras sacadas previamente de las entrañas de la Tierra. El proceso de separación se hacía al aire libre y en seco, con la producción de una gran cantidad de polvo. Este polvo es el que se introducía por las vías respiratorias y provocaba los emplomamientos agudos.
Dentro de la mina el trabajo era muy penoso, pero los |
Se distinguían dos casos de cólico saturnino: el cólico simple, sin complicaciones inflamatorias, propio del invierno; y el cólico con complicaciones, propio del verano. El doctor D. Francisco José Bages explicaba estas complicaciones inflamatorias por el abuso del vino mientras se trabajaba garbillando bajo el calor del verano. El plomo se solubiliza y por tanto penetra más fácilmente en el organismo, en presencia de ácido acético, sustancia contenida en el vino. El vino además de por sí es irritante para las vías gástricas. Así, por ejemplo, los niños siempre tenían cólicos simples porque no bebían vino.
Cuando el cólico era simple, sin inflamación, los virgitanos y los abderitanos, incluso sin consultar con el médico, bebían una pócima que fabricaban dos ancianas de Ohanes y que llamaban "la bebida" o "bebida de Ohanes". Cuando el cólico venía con complicaciones, acudían a D. Francisco José para que les tratara el "elemento inflamatorio", y una vez apaciguado con sangrías y baños, tomaban la famosa "bebida" y la curación se producía en horas. A veces la primera ingestión de la "bebida" conducía a un fuerte vómito, pero tras un segundo o tercer intento, el resultado era la curación.
Relata el médico el caso de un tal Quilín, de 24 años y natural de Berja, que cuando venía de Adra o de la Alquería en su burro, le sobrevino un cólico saturnino mezclado con un ataque epiléptico. El doctor lo sangró y cuando pasó tres ataques epilépticos sucesivos, tomó una sola dosis de "la bebida" y curó. También relata el caso de un paciente del barrio del Cerrillo, más difícil, que necesitó dos dosis.
Según los viejos del lugar, antes de la existencia de la "bebida de Ohanes", muchos emplomados sufrían luego de parálisis (o "gafos", que así la llamaban), pero desde que usaban la "bebida", ya no se veían gafos de ninguna clase.
¿Quienes eran esas ancianas que fabricaban la pócima?¿De qué estaba hecha? El doctor en su artículo poco habla de quienes eran las venerables señoras, salvo que eran famosas en toda la Alpujarra y que vivían en Ohanes. Dice también que la dosis la cobraban a 10 reales, pero que si el enfermo era pobre y había constancia de ello, la dosis la daban gratis. Es decir, no les movía el ánimo de lucro.
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