Los franciscanos compartirán con los ortodoxos la iglesia de Santa María en Esmirna



CESIÓN AL PATRIARCA DE CONSTANTINOPLA
Los franciscanos compartirán con los ortodoxos la iglesia de Santa María en Esmirna

El Patriarca Bartolomé y el superior franciscano en Turquían han firmado el acuerdo de cesión gratuita de la iglesia de Santa María (Esmirna) a los ortodoxos. Para el vicario de Estambul, Mons. Palinuro, se trata de un «gesto de amor» hacia una comunidad «hermana» y un paso más en el «camino ecuménico». La esperanza de llegar un día a «compartir los sacramentos» también.

14/04/23 8:16 PM



(Asia News/InfoCatólica) El «compartir una iglesia» en un «contexto» como el de Turquía es un «don precioso», porque «no es fácil» construir nuevos lugares de culto y ceder uno ya existente «a una comunidad hermana como la ortodoxa es un don de amor». El vicario apostólico de Estambul, Mons. Massimiliano Palinuro, destacó a AsiaNews el valor del acuerdo alcanzado el Jueves Santo en el Fanar de Constantinopla entre el superior de la orden franciscana, fray Massimo Fusarelli, y el patriarca ecuménico Bartolomé I. Prevé concederles a los ortodoxos el uso de la iglesia (católica) de Santa María de Esmirna, que data del siglo XVII, para responder a las necesidades manifestadas por el metropolita de la ciudad. Un acuerdo alcanzado gracias a la voluntad común del Papa Francisco, los frailes franciscanos y la comunidad ortodoxa:


«La iglesia fue cedida en uso gratuito, un gesto de gran fraternidad que muestra hasta qué punto ha progresado el camino ecuménico».

La comunidad católica está muy unida a la iglesia de Santa María, porque era la antigua catedral de Esmirna. Hoy ve florecer de nuevo la presencia cristiana en términos numéricos, sobre todo entre los ortodoxos, al punto de que la pequeña iglesia de Agia Fotinì es insuficiente para las necesidades del culto. Actualmente, en la tercera ciudad más importante de Turquía después de la capital, Ankara, y Estambul, corazón económico y comercial del país, hay unos 2.000 católicos, 17 sacerdotes y 12 iglesias, entre una población total de más de 4,2 millones de habitantes, y unas 6.000 mezquitas en todo el territorio.

«El paso que esperamos con mayor esperanza», explicó monseñor Palinuro, «es que lleguemos pronto a la coparticipación de los sacramentos, a la plena comunión eucarística», que no sólo debe ser «un punto de llegada», sino también un «elemento de aliento» para el camino ecuménico. En las relaciones entre católicos y ortodoxos, durante mucho tiempo «se insistió en que la plena comunión de los sacramentos debía reservarse para el final del camino», una vez «resueltos todos los problemas doctrinales y jurídicos», observó el vicario. En cambio, «aquí en Turquía estamos convencidos de que el paso necesario e indispensable para allanar los escollos disciplinarios y doctrinales es precisamente la plena comunión de los sacramentos. Porque es en la Eucaristía donde se construye la comunión, es en la oración y en la celebración común de los sacramentos donde se allanan todos los escollos que hayan podido crear torpes interpretaciones teológicas o diferentes tradiciones jurídicas», advirtió. «Realmente anhelamos la plena comunión de los sacramentos, que ya se dio aquí en el pasado bajo la iluminada dirección del Patriarca Atenágoras», recordó el vicario de Estambul, que desde hace tiempo -incluso antes de su nombramiento- cultiva una relación personal de estima con Bartolomé. «Esperamos que lo antes posible los líderes de las comunidades cristianas puedan hacer gestos valientes y proféticos en este sentido, porque realmente no hay ninguna razón para que la Iglesia católica y los ortodoxos orientales mantengan límites a la plena comunión en los sacramentos», añadió.

Otro factor que reforzó la cooperación entre las Iglesias fue el reciente y devastador terremoto que sacudió Turquía (y Siria) el 6 de febrero. «Fue terrible ver destruidas las iglesias de todas las confesiones cristianas, las sinagogas y las mezquitas«, recordó el obispo Palinuro. «Como sucede a menudo, en los peores momentos brilla lo mejor de la naturaleza humana: la solidaridad que se vio entre las distintas comunidades, y que sigue manifestándose, fue y es extraordinaria». El terremoto, continuó, causó daños que «tardarán décadas en repararse, por lo que será necesario seguir colaborando y ayudándose mutuamente», dejando de lado «toda diferencia y discriminación».

Por último, el Vicario Apostólico de Estambul contó sobre su relación con el Patriarca Bartolomé que ha ido creciendo con el tiempo. «Un trato personal que es precioso», explicó, «porque el verdadero ecumenismo no se hace tanto a través de conferencias y declaraciones teológicas» como con «el diálogo fraterno, en las visitas, compartiendo momentos de oración y fraternidad». Con el primado ortodoxo, sus colaboradores y los metropolitanos hay encuentros semanales o quincenales, durante los cuales «se comparten ideas, preocupaciones y proyectos, y esto va ciertamente encaminado a unas relaciones cada vez más marcadas por una verdadera fraternidad», concluyó.

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