La teología es un discurso sobre Dios.
La teología es un discurso sobre Dios.
La verdad embarga a cada teólogo personalmente, y a ella debe responder cada teólogo con su pensamiento, con su discurso y evidentemente con su acción.
EBERHARD JÜNGEL “Ma Théologie” en quelques mots, Études Théologiques et Religieuses 77 (2002) 217-234.Este artículo de Eberhard Jüngel, conocido teólogo protestante, es su respuesta a la petición cursada a diversos teólogos para que escribieran un resumen de su teología.
La teología en todas sus formulaciones se funda, según la interpretación de Jüngel, en la fe que la precede: fides quaerens intellectum, la fe busca su comprensión (Anselmo de Canterbury). No sólo la busca, sino que la incita a ser partícipe de lo que le es propio: de su profundidad, su claridad, origen, manifestación y de su lenguaje expresivo– porque la fe se expresa mediante un lenguaje cuya riqueza es reflejo de la palabra divina de la que es respuesta. Jüngel desarrolla esa relación entre fe y teología desde diversos enfoques que tienen un punto en común: la teología resalta la inteligibilidad específica de la relación entre Dios y los hombres.
Por lo tanto, la teología siempre comporta los rasgos individuales de una vida concreta. Viene a ser, pues, una especie de biografía teológica.
Además, si la verdad es vivida como una liberación, como promete Jn 8,32, esta experiencia, totalmente personal e inimitable, por fuerza ha de influir en la totalidad del trabajo teológico. Al coraje de usar el propio entendimiento, le corresponde en teología la libertad de integrar, en ella, cada uno sus propias experiencias de la verdad liberadora: no tanto en forma de una afirmación personal cuanto en la manera en que yo mismo hago teología.
En este sentido se puede decir con Schleiermacher que «conviene que la teología dogmática protestante [...] tenga un carácter original y personal.
Hablo
Escucho
Me asombro
Pienso
Distingo
Espero
Actuo
Soy
Sufro
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