El Cabildo Catedral de Córdoba ha celebrado la solemnidad del Corpus Christi nuevamente con una procesión claustral en el interior del principal templo de la Diócesis y el Patio de los Naranjos este domingo, 6 de junio, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha oficiado la Solemne Eucaristía las 12:00 horas en el altar mayor de la Mezquita-Catedral, tras la que ha tenido lugar la procesión claustral con la custodia de Arfe por el Patio de los Naranjos, retornando posteriormente al interior del primer templo cordobés. Todo ello con el control del aforo y las medidas establecidas por las autoridades sanitarias.
En su homilía, el Obispo de Córdoba ha señalado que la eucaristía impulsa “un dinamismo como ningún otro en la historia de la humanidad” y ha subrayado que todo en la Iglesia gira en torno a la Eucaristía, por eso la celebración de la solemnidad del Corpus Christi “vale la pena, por dedicar un día solemne para rendir culto a Jesús Sacramentado, al misterio de la eucaristía” para detenernos a agradecer a Dios “ese precioso invento del sacramento a través del cual Él en persona, se hace presente con la frescura y energía de su resurrección”.
En el día de la Caridad, monseñor Demetrio Fernández, ha explicado en su homilía como Cáritas Diocesana de Córdoba ha suscitado la generosidad de los cordobeses durante la pandemia y “la ciudad entera se ha puesto en pie de solidaridad “, una respuesta que obedece al bien que hace Cáritas al recordarnos “que tenemos que dar limosna”.
El Obispo de Córdoba ha invitado al despojamiento, para que busquemos privarnos de algo a favor de los pobres, “porque la caridad cristiana viene dada por el mandato de amor Cristo, que “siendo Dios y siendo rico se despoja de todo para darnos hasta su cuerpo y su sangre”, ha dirigido a los fieles que ocupaban la Catedral, según el aforo previsto.
En su alocución, el Obispo de Córdoba, ha resaltado que en Córdoba existen barrios que están entre los cinco más pobres de España y eso “debe quemar a todos, a la Iglesia y a las autoridades, más, cuanto más cristianas”. En su reflexión sobre las necesidades de los cordobeses ha instado hoy al “compromiso del despojamiento” porque “si no ocurre así, nuestro cristianismo es de poco calibre”.
“El que se enamora de Cristo en la eucaristía lo reconoce en los pobres”, ha proseguido monseñor Demetrio Fernández, que ha invitado a acercarnos al sacramento viviendo “en la originalidad del amor de Dios” y transformados para ser generosos, más solidarios, más capaces de compartir con los demás.
Para el Obispo de Córdoba, los cristianos no nos servimos “de nuestra religión, el mandamiento nuevo no es para provecho nuestro, sino para sacarnos de nosotros mismos: dar la vida a favor del otro”.
La festividad del Corpus Christi ha contado con la presencia de distintas autoridades civiles, entre las que destaca la del alcalde de la capital cordobesa, José María Bellido, así como con la de representantes de Cáritas diocesanas, de la Adoración Nocturna Cordobesa y treinta hermandades de la ciudad califal.
Comentarios
Publicar un comentario