Ecología integral: la irrupción de la religión en el debate global sobre el futuro del planeta. Postura de Ana Beling
Texto en la revista Anuario de Ecología integral y Desarrollo sostenible
año 2019
"En un contexto de gobernanza socioambiental tecnocrática prevalente, por un lado, y de demagogia reaccionaria a emergente, por otro, parece especialmente urgente y relevante re–politizar el debate cultural acerca de la necesaria ‘transición civilizatoria’, desnudando los sesgos de las representaciones actualmente hegemónicas del mundo y ofreciendo representaciones y posibilidades de futuro alterna- tivas. La «ecología integral» que promueve Laudato si’ reivindica la inseparabilidad de la problemática social no sólo respecto de la problemática ecológica global, sino también respecto de una visión reli- giosa–ecuménica del mundo, ofreciendo así no sólo una narrativa interpelante sino una plataforma de convergencia para un debate auténticamente plural acerca de las opciones disponibles para transitar hacia un modelo de sociedad que sea «capaz de futuro».
Pero el impacto de Laudato si’ no se reduce a la dimensión de los imaginarios. La apropiación de la temática ambiental dentro del discurso o cial de la Iglesia Católica genera un marco que da más exibi- lidad, libertad, y legitimación a las fuerzas transformadoras que ya venían operando dentro y fuera del mundo eclesial (ej. Pastoral de la Tierra en Brasil), y promueve la formación de nuevas alianzas institu- cionales (ej. Red de Iglesias y Minería en América Latina), al tiempo que potencia el diálogo teológico, interreligioso e intercultural en torno a la temática ambiental, que, en tanto gran preocupación común
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de la humanidad a inicios del presente siglo, constituye un verdadero «signo de los tiempos». En otras palabras, la «ecología integral» tiene como vocación fundamental la de contribuir sustancialmente a creación de nuevos «sentidos comunes», que conforman el fundamento de cualquier política. Es en este sentido que se expresaban la Iglesia Católica y Protestante de Alemania en un documento conjunto a nes del siglo pasado: «las Iglesias no quieren hacer política; quieren hacer la política posible» (Evangelische Kirche in Deutschland & Deutsche Bischofskonferenz, 1997, p. 7)
Pero, por otro lado, hay barreras significativas que obstaculizan tanto la difusión como la eficiencia cacia del mensaje papal, o que pueden producir efectos ambivalentes: la prevalencia de una cúpula eclesial conservadora en buena parte de la región, el avance de nuevas religiosidades que desdeñan las dimensiones sociales y ambientales de la espiritualidad, junto con la prevalente penetración discursiva del «capitalismo verde» en las esferas político–institucionales y la aceptación del «extractivismo insensato», como lo llama Eduardo Gudynas, y sus versiones «neo–extractivistas», que legitiman un extractivismo depredador como base necesaria de la política económica nacional bajo pretexto de resolver la pobreza y calidad de vida.
Estas inconsistencias conllevan el riesgo de que el contenido de la encíclica sea despojado de toda connotación de ecología política, reduciéndola a un mero llamado a «incrementar la conciencia ambiental» por parte de la ciudadanía y del consumidor.
La narrativa de ecología integral perdería, así, su cualidad transformativa y generaría, en cambio, un efecto estabilizador del status quo.
El impacto eventual de la narrativa religiosa de ecología integral que promueve encíclica Laudato si’ y otras voces desde el espacio de la religión institucionalizada dependerá, pues, del balance de estas tendencias que se acabe imponiendo en la práctica discursiva de las sociedades latinoamericanas".
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