El camello que pasa por el ojo de la aguja:Una interpretación coránica de los Evangelios
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EL CAMELLO QUE PASA POR EL OJO DE LA AGUJA: UNA INTERPRETACIÓN CORÁNICA DE LOS EVANGELIOS
(Artículo publicado en Ancient Near Eastern Studies, 55: 77-89. Traducido al español por M. Isabel Guiroy, osb, Monasterio de Nuestra Señora del Paraná, Aldea María Luisa, Entre Ríos, Argentina. Artículo final completo publicado originalmente por Peeters Publishers. Abdulla Galadari).
(El Dr. Abdulla Galadari es Profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Industrial y Sistemas de la Universidad Khalifa de Ciencia y Tecnología. Su principal investigación se desarrolla en el campo de la hermenéutica escriturística y de la religión comparada, y también es activo en el diálogo interreligioso).
Resumen:
La metáfora del camello que pasa por el ojo de la aguja se encuentra en los Evangelios Sinópticos (Mt 19,24; Mc 10,25; Lc 18,25) y en el Corán (7,40). Los Evangelios parecen sugerir que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos. El Corán, por otra parte, ubica la metáfora en el contexto de los no-creyentes, que son arrogantes (istakbarū) con respecto a los signos de Dios. En un primer momento, parecería que los contextos del pasaje en el Evangelio y en el Corán son diferentes; sin embargo, analizando más de cerca las palabras clave, se pueden extraer paralelos textuales de ambos textos, que van más allá de la simple utilización de esta analogía en común, como lo pensaron algunos especialistas anteriores. Por ejemplo, el rico en los Evangelios pregunta cómo heredar la vida eterna, mientras que el Corán también discute la vida eterna y la herencia en el mismo 10
contexto. Este y otros varios paralelos textuales sugieren que el Corán está aludiendo al mismo contexto de la metáfora en los Evangelios.
Palabras clave: Intertextualidad, Corán, Evangelios
Según el Corán, el pasaje dice:
“A quienes hayan desmentido Nuestros signos y se hayan apartado altivamente (istakbarū) de ellos, no se les abrirán las puertas del cielo (al-samū’), ni entrarán en el Jardín hasta que entre un camello (al-jamal) en el ojo de una aguja. Así retribuiremos a los pecadores” (Corán 7,40)3.
Según la bBblia:
«Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que un rico (plousios) difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Les repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico (plousios) entre en el Reino de los Cielos”» (Mt 19,23-41).
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Conclusión
De acuerdo a las observaciones subrayadas en este trabajo, parece que el contexto de la utilización coránica del camello que pasa por el ojo de una aguja es una interpretación de la misma narración de los Evangelios, y más particularmente en el Diatessaron de Tácito. Aunque algunos estudiosos llegaron ya a la misma conclusión, basados en el argumento débil de la fraseología similar entre el post-coránico Diatessaron arábigo y el Corán, es improbable que ésta sea la razón. Una evidencia mejor de que este pasaje coránico está basado en el Diatessaron de Tácito, son sus referencias entretejidas en diferentes partes de los Evangelios que se refieren al rico, que el Diatessaron de Tácito dispone todas juntas; esto se refiere particularmente a la Parábola del Rico Necio y la narración del joven rico que pregunta al Señor cómo heredar la vida eterna.
Aunque aparentemente pertenecientes a distintos contextos –concerniendo a los ricos en los Evangelios y a los arrogantes no creyentes en el Corán– hemos identificado aquí 11 puntos de intertextualidad (algunos más débiles que otros).
En resumen, estos son:
i) la analogía del camello que pasa por el ojo de la aguja;
ii) el juego de palabras morfológico en el pasaje del Corán entre “ghny” (riqueza) y “kbr” (arrogancia);
iii) la presencia paralela del concepto de vida eterna;
iv) la presencia paralela del concepto de herencia;
v) la utilización similar del término cielo (al-samā), como en la narración de Mateo y del Diatessaron de Tácito;
vi) la idea, en el contexto de la Parábola del Rico Necio, que no se puede agregar ni siquiera una hora a la propia vida, que es similar al modo como el Corán afirma que ninguna nación podrá agregar una hora;
vii) que los que van al cielo no temerán, como lo describe el Corán y en el contexto de la Parábola del Rico Necio;
viii) que el necio descripto por Lucas es “aphron”, que también significa “arrogante” y “orgulloso”, como en el coránico “kbr”;
ix) la total condena de las riquezas mundanas en estos ejemplos, en el Corán y en los Evangelios (particularmente frecuente en el Diatessaron de Tácito, ya que coloca juntas las parábolas que implican a los ricos y la del joven rico que pregunta a Jesús sobre la vida eterna);
x) que el pedido de estar vigilantes en el pasaje coránico es paralelo del mismo mensaje en la Parábola del Rico Necio, el cual tiene paralelos en la Parábola de la Diez Vírgenes; y xi) que la descripción coránica de los que pierden su herencia y sus almas, se asemeja a la del Rico Necio.
El Corán no solamente utiliza una analogía similar a la de los Evangelios en el camello que pasa por el ojo de la aguja, sino que parece comprometerse con ella e interpretar el mensaje del Evangelio en este contexto. El Corán interpreta a los ricos que tienen dificultad para entrar en el reino del cielo como los que son arrogantes “istakbarū” con respecto a los signos de Dios. Los ricos condenados en los Evangelios están aparentemente interpretados en el Corán como una metáfora de los orgullosos y arrogantes que rechazan los signos de Dios. Tal vez el Corán está interpretando que el mensaje de los Evangelios no se refiere solamente a los ricos, sino a cualquiera que sea arrogante, con un ego más grande que un camello –tan grande (kabīr), que verdaderamente es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que ellos entren en el reino del cielo–.
El Capítulo de al-A’rāf en el Corán, condena frecuentemente el “istikbār” y comienza afirmando que “istikbār” es el pecado principal de Satanás. ¿Son los ricos generalmente condenados o son los arrogantes generalmente condenados? Hay algunas excepciones entre los ricos como José de Arimatea, que se describe como un rico (plousios), pero de todas maneras es un discípulo de Jesús (Mt 27,57). Sin embargo, no hay ninguna excepción entre los arrogantes (istakbarū), que es como el Corán parece interpretar y traducir el mensaje de los ricos (plousios) condenados por Jesús en los Evangelios. En el ejemplo descripto en este trabajo, el Corán nos permite apreciar el mensaje que transmiten los Evangelios seleccionando palabras polisémicas precisas, y transmitiendo el mensaje deseado.
En síntesis, podemos concluir dos cosas.
Primero, que es probable que este pasaje del Corán esté relacionado con su contraparte en los Evangelios. Otros estudiosos llegaron ya a la misma conclusión; sin embargo, este trabajo ha identificado una cantidad de intertextualidades que fundamentan esta noción.
Segundo, que el Corán puede estar comprometido con el Diatessaron de Tácito y su interpretación, o, alternativamente, simplemente puede estar comprometido con el joven rico que interroga a Jesús y con la Parábola del Rico Necio, utilizando un método similar al de Tácito; es decir, ordenando conceptos similares juntos en diferentes partes de los Evangelios, en este caso acerca de los ricos (o arrogantes).
Abdulla Galadari
Khalifa University, Abu Dhabi
United Arab Emirates Al-Maktoum
College, Dundee,
ESCOCIA
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