¿Qué significa la Semana Santa en una sociedad sin referencia a lo sagrado?
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A)¿Qué significa la
Semana Santa en una sociedad sin referencia a lo sagrado?
Es una referencia a los hombres que se enfrentan a hechos
históricos inquietantes. ¿Qué recuerdan
estas fechas? “Una figura
histórica, que encarnó de forma suprema la pasión del inocente”.
¿Qué revolución fue la de Jesús? “La mostración
de un Dios humilde y humano, derribador de ídolos y conmovedor de potentes, don
antes que exigencia, más preocupado por los hombres que por la ley”. Y esta revolución fue la que los
hombres no perdonaron a Jesús,
porque todo lo demás hubiese podido integrarse en una reforma religiosa,
política o bien social[1].
El Dios humilde, humano, el comportamiento de Jesús, es el
que fue negado, anulado en la muerte aunque solo aparentemente, porque esa
revolución triunfó. Figura de misericordia, perdón, solidaridad, de inocencia de fidelidad, al que solo
se puede dar dos respuestas: el consentimiento o el rechazo.
Hoy se necesita celebrar esta semana, interior y exteriormente,
porque “solo así el hombre torna a sí mismo, puede reconocer a su prójimo,
encontrar a su Dios. Reconocer, pasándola por el conocimiento, y recordar,
pasándola por el corazón la figura de pasión, es alumbrar nuestra memoria, y
desde ella, la esperanza, sanar por dentro el mundo, ser capaces desde la
misericordia de vivir para la justicia”.
Estas palabras intentan explicar al mundo indiferente de hoy
lo que Jesús de Nazaret, el Cristo, hizo por la humanidad: “La muerte y la
resurrección de Jesús, son por consiguiente, la confirmación suprema de la
predicación de Jesús sobre el reino de Dios que viene”[2]. Un reino de
libertad, justicia, integración, reconstrucción.
Se ha presentado la
coherencia de su vida, entre sus
hechos, palabras y muerte, como signo
fundamental de la credibilidad de la revelación. La Semana Santa para el cristiano es actualizar ese signo.
La persona de Jesús, acreditado ante los hombre con su pasión y acreditado por
Dios en la resurrección va unido siempre al Reino de Dios y al Don de
Espíritu.
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