LOS DEBERES/ DERECHOS
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Jesús López Medel Anticipación y argumentación ante el derecho, en Anales Real. Academia . Doctores de España. 1, (2016) 113-126.
LOS DEBERES EN EL ACERVO JURIDICO
La otra cara de la moneda no está sólo en el lado “positivo” o “activo”, de “mis derechos” o “tus derechos”. Está o debiera estar también en aquel otro, del que tan poco se habla de los “deberes”, “mis deberes”, “tus deberes”, “nuestros deberes”. Y aquí es donde alcanza toda su dimensión, el papel, o el rol de la educación. No se trata de desplazar el problema. Hay dos aspectos – entre otros – que vamos a anotar o a subrayar aquí, porque cualquiera de ellos ofrece un gran campo para la reflexión.
El primero de ellos se refiere, con un carácter general a la elevación del nivel cultural, y dentro de él, el educativo, a partir de los primeros años de cada persona, en la extensión más amplia de la sociedad, para el logro de una formación integral.
Hay otro interrogante de De Cardedal (17):
“¿Qué pasaría si en un momento histórico quedara cuestionada esta imagen tradicional del hombre verdadero, bien porque irrumpen en el horizonte otras culturas desconocidas y extrañas, o bien porque los propios interesados pierden la confianza en su verdad o en su eficacia? La vida moral, ¿podría seguir siendo la que había sido hasta el presente? La ruptura de esa comprensión antropológica ¿no significaría un derrumbamiento de lo que hasta ahora habían sido sus fundamentos?”
Jesús López Medel Anticipación y argumentación ante el derecho, en Anales Real. Academia . Doctores de España. 1, (2016) 113-126.
LOS DEBERES EN EL ACERVO JURIDICO
La otra cara de la moneda no está sólo en el lado “positivo” o “activo”, de “mis derechos” o “tus derechos”. Está o debiera estar también en aquel otro, del que tan poco se habla de los “deberes”, “mis deberes”, “tus deberes”, “nuestros deberes”. Y aquí es donde alcanza toda su dimensión, el papel, o el rol de la educación. No se trata de desplazar el problema. Hay dos aspectos – entre otros – que vamos a anotar o a subrayar aquí, porque cualquiera de ellos ofrece un gran campo para la reflexión.
El primero de ellos se refiere, con un carácter general a la elevación del nivel cultural, y dentro de él, el educativo, a partir de los primeros años de cada persona, en la extensión más amplia de la sociedad, para el logro de una formación integral.
Hay otro interrogante de De Cardedal (17):
“¿Qué pasaría si en un momento histórico quedara cuestionada esta imagen tradicional del hombre verdadero, bien porque irrumpen en el horizonte otras culturas desconocidas y extrañas, o bien porque los propios interesados pierden la confianza en su verdad o en su eficacia? La vida moral, ¿podría seguir siendo la que había sido hasta el presente? La ruptura de esa comprensión antropológica ¿no significaría un derrumbamiento de lo que hasta ahora habían sido sus fundamentos?”
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