Posturas esenciales en la tradición cristiana
Olegario Gonzalez de Cardedal encuentra en la tradición cristiana dos
posturas esenciales ( Cf: Juan Manuel Medrano: Nafraugar en lo Infinito. la dimensión religiosa en el pensamiento de Nietzsche, tesis doctoral Universidad de la Rioja 2014)
- la que insiste en la «gracia» (El evangelio de Juan y la Mística, la de Ireneo u Orígenes, la de Santo Tomás y Erasmo, la de Blondel y Rahner)
- la que insiste en la moral y el pecado (la de San Pablo, Lutero, Barth y Balthasar): que ve al hombre bajo el poder del pecado, incapaz de justicia, retenido por los elementos del mundo, y desde ahí comprende la obra de Dios en Cristo como justificación y expiación, reconciliación y perdón (González de Cardedal, O., “Dioniso contra el Crucificado.....“, p.39).
Nietzsche, según OGC, se dirigió contra esta dimensión del cristianismo,
ignorando la otra:
- No ha querido reconocer esa dimensión tenebrosa y culpable de la existencia humana. Cerrando los ojos a la historia y al ejercicio negativo de la libertad delante de Dios nuestro origen, y delante del prójimo, nuestra medida y meta, ha forzado un retorno a la naturaleza, al gozo y poder de lo primordial instintivo e indiferenciado, al hombre no escindido por la luz de la conciencia y no yugulado por el rayo de la responsabilidad. Por eso reclama a Dionisio y rechaza al Crucificado, en quien se muestra lo que pueden por un lado la violencia del hombre y por otro la condescendencia y el amor de Dios. Nietzsche ha odiado visceralmente a figuras como Pablo, Agustín, Pascal, Lutero que fueron capaces de asomarse a tales abismos, .preguntando por sus causas y consecuencias. pp.38-39.
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