¿El Purgatorio secularizado?





En la revista criterio hay un artículo de Vernon, Mark muy interesante titulado Cuando Freud conoció a Dios


En una conferencia, realizada hace unos meses en Londres, se exploró cómo la idea de Purgatorio podría funcionar en la psicoterapia contemporánea. Se encontraron muchos puntos en común, particularmente relacionados con el orgullo, la fe y el amor.


Para muchos cristianos la existencia del Purgatorio es un artículo de fe. Inclusive para los escritores protestantes tales como C.S. Lewis tiene sentido como el lugar donde la muerte continúa su viaje hacia Dios: “¿Por qué debería terminar nuestra lucha sólo porque hemos muerto? Pero también, ¿puede el Purgatorio tener un sentido secular?”.

Sí, un grupo de psicoterapistas, teólogos e historiadores así lo afirman. Como signo del acercamiento que se está produciendo entre la psicoterapia y la religión, se realizó una conferencia en el Centro Anna Freud de Londres, con el auspicio del museo Freud.

El escepticismo de Sigmund Freud acerca de la existencia de Dios está disminuyendo entre psicoterapistas, y se han forjado nuevas conexiones. El Purgatorio puede desempeñar un papel importante ya que la terapia en sí misma puede ser pensada como una experiencia profundamente purgatorial. La clave es expandir la noción de Purgatorio como sólo un lugar al que llegamos después de la muerte, y pensarlo también como un estado de bienestar que puede ser efectivamente conocido en vida.

La influyente representación del Purgatorio de Dante en la Divina Comedia, es particularmente instructiva: cuando las almas que están en el Purgatorio se encuentra ancladas en un estado de orgullo, el alma puede incluso no saber de su necesidad de Dios. Y si lo hace, se resistirá a la dependencia implícita.

El relato que hace Dante de la dinámica de tal pecado, que gradualmente se revela por el tiempo que el alma pasa en el Purgatorio, puede compararse claramente con ideas de la psicodinámica moderna. El orgullo en particular quizás esté ligado con lo que usualmente aparece como el tema fundamental en la psicoterapia: el estado de la mente al que los terapistas se refieren como narcisismo.


El autor afirma que en el narcisismo el hombre se cree Dios El Purgatorio es un lugar de reconstrucción; ésta no se logra con olvidar el pasado, pero no hay que dejar que el pasado le de enteramente forma al futuro. La terapia puede ser experimentada también de esta forma. los ángeles de Dante acompañan a los viajeros porque ahí hay esperanza en contraposición con el infierno,


El reconocimiento del orgullo ayuda a identificar una salida, porque lo fundamental para lograr el cambio y la redención es que no se puede lograr por sí solo: si el Infierno es solipsista, el Purgatorio es relacional. El Purgatorio no tiene que ser un estado en el cual uno ingresa sólo cuando hemos muerto. Es un proceso que se ve afectado por el aquí y ahora


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