El Dios Crucificado de Moltmann
JÜRGEN MOLTMANN, EL DIOS CRUCIFICADO La cruz de Cristo como base y crítica de la teología cristiana SALAMANCA 2010
Presentación de Ángel Cordovilla
Es conocida su teología como una teología de la esperanza pero esta esperanza no se puede separar de la cruz de Cristo, ya que el núcleo fundamental de su teología es la muerte en la Cruz y la resurrección.
Toda esperanza esta atravesada por la crucifixión y la resurrección. Una realidad presenta de sufrimiento vinculada al pecado,¡ y una realidad futura que nos aguarda, iniciada por la resurrección de Cristo
Por lo tanto la teología de Moltmann es criptológica, derivada a un perspectiva trinitaria, pneumatológica. parte de tres principios meteorológicos: la dimensión pública de la teología, su esencial dimensión práctica y la necesidad de una apertura al diálogo constante con otras tradiciones cristianas (ecuménica) y otros corrientes de pensamiento (pluralidad).
La intención del libro es proponer la cruz de Cristo como criterio de verdad para la teología cristiana y hace de ella el centro y fundamento de todo lo que la teología puede pensar y decir sobre Dios. Rechaza la idea de Dios ligada a la metafísica occidental como Dios omnipotentes y vivir ante un Dios impotente y débil que salva. Pone la cruz como fundamento de la fe, como realidad singular y única, que produce escándalo
La cruz es el lugar supremo de la revelación de Dios
En la contemplación de la cruz de Cristo se da un paso más allá de la historia concreta de Jesús, viendo en ella, además de la muerte de un profeta (perspectiva religiosa) y de un esclavo (perspectiva política), la muerte del Hijo (perspectiva teológica). Recogiendo la invitación de Lutero a realizar una auténtica teología de la cruz, Moltmann ha pensado el ser de Dios desde la cruz de Cristo.
Para el teólogo de Hamburgo, la teodicea cristiana no puede ser planteada desde la fe en un Dios que es origen de todo lo creado, pero que en realidad permanece desvinculado y fuera del mundo, lejano a él (teísmo); menos aún puede ser esgrimida como roca o fundamento para el rechazo ab- soluto de su existencia (ateísmo).
La teodicea cristiana ha de fundarse desde la revelación trinitaria de Dios que acontece en la encarnación y en el misterio pascual (muerte y resurrección de Cristo). La implicación de Dios en el sufrimiento de los inocentes desde la muerte del Hijo en la cruz no resuelve, en efecto, el problema del sufrimiento, pero revela profundamente el ser de Dios como com-pasión y amor hasta el final; abre, además, una vía nueva de implicación libre y voluntaria en el sufrimiento de los otros (solidaridad) y sostiene la lucha y el compromiso contra el sufrimiento injusto de los inocentes.
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