Concepto de ciudadanía González de Cardedal
Ante las numerosas preguntas que el hombre se hace sobre Dios, una de ellas en si la fe nace como una necesidad del hombre indefenso o si Dios es el único lugar donde se encuentra el hombre. Todas estas preguntas son de naturaleza antropológica, metafísica, y ética anteriores a la política.
Lo mismo que toda la cultura anterior hasta mitad del siglo pasado fue rural, hoy se ha desplazado a la ciudad y al mundo virtual y en todas se encuentra Dios. El libro que se presenta trata de responder a la relación que existe entre el hombre como ciudadano y el hombre en su condición de cristiano, mostrando un concepto novedoso como cristianía, es decir, la convivencia y colaboración con la Sociedad, el Estado y el gobierno derivada de la comprensión cristiana de la sociedad.
Las dos categorías de la que parte son la libertad y la persona. Hay logros conseguidos que nadie pone en duda, como los derechos humanos, pero hay situaciones límites, situaciones frontera, posiciones entre máximos y mínimos en las que el cristiano tiene que estar presente, porque el cristianismo no es sólo individual, sino social. Un Estado no puede imponer las convicciones sino respetar la libertad de los ciudadanos donde no existe primacía entre creer o no creer, no se debe reducir la religión a un asunto privado ni toda religión es fundamentalista.
Lo mismo que toda la cultura anterior hasta mitad del siglo pasado fue rural, hoy se ha desplazado a la ciudad y al mundo virtual y en todas se encuentra Dios. El libro que se presenta trata de responder a la relación que existe entre el hombre como ciudadano y el hombre en su condición de cristiano, mostrando un concepto novedoso como cristianía, es decir, la convivencia y colaboración con la Sociedad, el Estado y el gobierno derivada de la comprensión cristiana de la sociedad.
Las dos categorías de la que parte son la libertad y la persona. Hay logros conseguidos que nadie pone en duda, como los derechos humanos, pero hay situaciones límites, situaciones frontera, posiciones entre máximos y mínimos en las que el cristiano tiene que estar presente, porque el cristianismo no es sólo individual, sino social. Un Estado no puede imponer las convicciones sino respetar la libertad de los ciudadanos donde no existe primacía entre creer o no creer, no se debe reducir la religión a un asunto privado ni toda religión es fundamentalista.
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